Tras abandonar este valle de lágrimas y diluir tu energía en el Absoluto, una política o un político te recordará, en el más allá, que debes de pagar tus impuestos
Bonifacio de Genomia
“El trinque”
Acababa la primera entrada de esta serie sobre “El asesino que pagaba sus impuestos” publicada el 17 de los corrientes expresando mi sorpresa al ver la desproporción entre las penas que la Fiscalía de Genomia pedía por la comisión de varios delitos contra la Hacienda Pública y las que solicitaba por algún que otro delito de asesinato que, por su propia naturaleza, tiende a no repetirse, cuando menos, respecto de una misma víctima.
Añadía, entonces, que la única explicación plausible a tamaña desproporción entre los bienes protegidos y las penas solicitadas la había encontrado en el famoso Tratado de Bonifacio de Genomia “El trinque” (Estudios de política económica) en donde explica de forma pormenorizada cómo la avidez de la clase política por extraer recursos de los patrimonios de las modestas ciudadanas y de los modestos ciudadanos explica esa paradoja aparente. Se trata, en definitiva, de la aplicación de la famosa ley de la termodinámica económico-política que nos dice que el dinero ni se crea ni se de4struye, solo se transforma pasando de unos bolsillos (de la población siempre potencialmente reclusa) a otros bolsillos (de las políticas y políticos y de las empresarias y empresarios adjuntos que medran a su calor).
Pues bien, la Diosa Fortuna tuvo a bien ofrecerme una prueba palmaria de lo atinado de las enseñanzas de sabio genomiés con el artículo Único, Cuarto del Real Decreto 465/2020, de 17 de marzo, por el que se modifica el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Y ello porque allí se aclaraba: “La suspensión de los términos y la interrupción de los plazos administrativos a que se hace referencia en el apartado 1 no será de aplicación a los plazos tributarios, sujetos a normativa especial, ni afectará, en particular, a los plazos para la presentación de declaraciones y autoliquidaciones tributarias”. En definitiva, la situación de crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus justifica el confinamiento de la población, la paralización de la actividad económica, las medidas sanitarias excepcionales … pero no es justa causa para suspender o demorar el pago de impuestos.
Encontré, entonces, la prueba evidente de que la certidumbre fiscal es de mayor relevancia social que la certidumbre vital.
Aclarado lo anterior, estamos preparados para iniciar el relato prometido, debiendo aclarar a los amables –aunque siempre escasas lectoras y escasos lectoros- que, desde principios de este mes, no he acudido acudido a mi cita por mi escasa laboriosidad, ni por falta de ganas ni de por ausencia total de mi siempre escasa inspiración; sino por el bloqueo a que se ha visto sometido esta página satírica por orden directa del nuevo vicepresidente del Congreso Nocional de Indignidad. Salvada, por ahora, la censura y el confinamiento digital, procedo.
Una reunión decisiva de líderes carismáticos, xenófobos y progresistas
Dice la sabiduría popular que “toda crisis implica una oportunidad” y, con esa máxima por bandera, algunos de los líderes progresistas y xenófobos de Genomia convocaron hace días una cumbre para valorar las perspectivas que abría la pandemia vírica que asola tanto el país como el orbe entero. La convocatoria de la cumbre decía:
“Queridas compañeras y compañeros (aunque, según veremos, todos eran varones o machos): La pandemia del republicavirus nos brinda una oportunidad pintiparada de avanzar en nuestros objetivos de progreso social y racial. Una oportunidad tanto más propicia cuanto mayor es la crisis provocada por la pandemia. Os animo a reunir nuestras asombrosas energías mentales -propias de la clase progresista o de la raza a la que cada uno pertenecemos- para transformar esta crisis en la puerta al progreso social y racial, en un nuevo amanecer dorado”.
La cumbre reunió, en un lugar secreto y equidistante de sus respectivos lugares de residencia, a los líderes apolíneos racistas de Genomia del Nordeste y de Genomia del Norte y al líder más progresista más apolíneo aún de Genomia del Centro, en Macho Alfa Progresista de la Sierra (el famoso MAPROSE)
Tras la explicación por parte del equipo médico habitual del fenómeno sorprendente de que líderes de aspectos apolíneos pudieran haber contraído el republicavirus en contra de la superioridad racial que les caracteriza, la reunión se abrió con la lectura de un detallado Informe preparado por el Congreso Nocional de Indignidad y el Centro de Idioteces Sucedáneas en el que se indicaba la necesidad de rebautizar el virus origen de la pandemia con el nombre de republicavirus porque es de primer curso del Grado en Manipulación de la Opinión Pública que la realidad depende del nombre que se le dé a las cosas y no de su verdadera naturaleza y para así lanzar un mensaje a la población sobre el cambio de régimen que se avecinaba. Después de enfatizar la importancia decisiva de los medios de comunicación de masas (básicamente, de todas las televisiones amigas y desinteresadamente aliadas) en esta época de confinamiento de la población que iba perdiendo –más si cabe- su habitualmente inexistente pensamiento crítico, el Informe entraba a describir las medidas en los términos que expondremos en las entradas venideras.
CONTINUARÁ … (si nos deja la censura progresista)