Manifiestos progresistas desde Maracas (2): una educación para la libertad. El Doctoriraptor

Firma invitada: Claudia Serena

El pequeño tercer paso del camino hacia el progreso

Autorizada por el anfitrión de este blog; esperando a ser nombrada, en cualquier momento, directora general del Ministerio de Igualdad Asimétrica (¿?); inasequible al desaliento y reconfortada por la Buena Nueva (con perdón) de la formación del gobierno del Nuevo Régimen Luminoso (NURELU) de Genomia liderado por Genius; sigo la senda anunciada en la entrada del pasado 10 de enero que dio el “segundo paso de un gran camino”, parafrasendo la célebre frase del líder oriental progresista que tanto contribuyo al control de la superpoblación mundial mediante el expeditivo método de la eliminación física de las semejantes y los semejantos desafectas y desafectos (¡admire el lector mis esfuerzos en el lenguaje inclusivo!); mostrándonos así el camino recto a seguir con las fuerzas reaccionarias a todas las progresistas y los progresistos que en el mundo somos y seremos.  

Pues bién, esta entrada incide en un tema vital para cualquier sociedad avanzada -y para quienes estén interesados en atrasarla hasta el medievo- cual es la educación de las nuevas generaciones. Control de la educación que siempre han procurado -y conseguido-  todos los partidos progresisto-xenófobo-racistas de Genomia con resultados altamente satisfactorios para sus intereses y catastróficos para el bien común. Y es, además, un tema especialmente querido para quien suscribe porque, en su día, fui elegida democráticamente rectora de la UNITONTA por un cuerpo electoral dominado por sindicatos amarillos -o sandías- de estudiantes y del personal no docente; excluyendo de los porcentajes decisivos de votantes a los profesores que, como todo el mundo sabe, son como globos aerostáticos fascistas que, cuanto más suben en el escalafón, más reaccionarios se vuelven.

He de añadir que, en los últimos tiempos, mis intentos por evitar los exámenes patrióticos del alumnado progresista y combativo se vieron frustrados por el riesgo de enfrentarme a discrepancias físicamente contundentes de la clase estudiantil. Lo que me llevó a compartir con el resto de rectoras y rectores una actitud no solo valerosa, sino incluso heroica, consistente en una solución dialogada con las estudiantas y los estudiantos consistente en eliminar cualquier tipo de examen represor y garantizar la consecución de los grados universitarios con la mera matriculación en las más variadas y pintorescas asignaturas que el cuerpo de pedagodos propresistas de guardia han inventado.

La doctrina reaccionaria sobre la educación

Dicen los retrógrados que debe reconocerse la libertad de enseñanza; que la educación deberá tener por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales; que los poderes públicos deberán garantizar el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones; el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes; y que deben inspeccionar y homologar el sistema educativo para garantizar el cumplimiento de las leyes. Dicen igualmente los fascistas que debe garantizarse la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley y que nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias. Y añaden, por último, que la educación en general debe garantizar la formación integral del ser humano de manera que le permita ejercer su libertad de forma responsable, por lo que deben evitarse sesgos ideológicos en todos los niveles de la enseñanza y que, especialmente, la educación superior debe regirse por los principios de mérito y capacidad garantizando la igualdad de oportunidades.

La doctrina progresista sobre la educación del Nuevo Régimen Luminoso

Dice la doctrina progresista que debe reconocerse la libertad de enseñanza progresista; que la educación deberá tener por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales, conforme a los principios del Nuevo Régimen Luminoso; que los poderes públicos deberán garantizar el derecho que asiste a los padres -junto con el Estado- para que sus hijos sean adoctrinados conforme la formación ética y multicultural que esté de acuerdo con las convicciones progresistas generalmente admitidas; el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de los sectores progresistas afectados y la creación de centros docentes; y que deben inspeccionar y homologar el sistema educativo para garantizar el cumplimiento de las leyes que en cada momento pacten los partidos progresistas y racistas. Dice igualmente la doctrina verdadera que debe garantizarse la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades con las limitaciones que, en cada momento, acuerden los pactos que alcancen de los partidos de progreso y racistas y que nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias, salvo en situaciones excepcionalmente establecidas por los poderes públicos.

Veamos ahora tres ejemplos señeros de los frutos de la educación progresista.

El doctoriraptor, una nueva especie académica

Este primer logro de la aplicación de la doctrina progresista al ámbito de la educación universitaria consiste en la aparición de una nueva especie académica, el o la doctoriraptor;  que se caracteriza por su instinto asesino sobre la propiedad intelectual ajena, especialmente manifestada en publicaciones de personas de su entorno familiar, aun cuando se han descrito casos de doctoriraptoras o doctoriraptores que han cazado fuera del territorio cercano y se han adentrado, incluso, en universidades extranjeras para mejorar su función predatoria.

Debemos aclarar que uno de los primeros -que no el único- especímenes conocidos -y clasificados- de doctoriraptor es el del presidente de Genomia, Genius quien se doctoró con una tesis titulada “The future of the European economy in the environment of the global and intergergalactic economy” (“El futuro de la economía europea en el entrono de la economía mundial e intgergaláctica”) que mereció la calificación de sobresaliente “cum laude” y con mención de excelencia europea otorgada por un tribunal particularmente exigente integrado por doctores recientes de muy variadas disciplinas sociales, adecuadas a la amplitud de la tesis a valorar. El exigente tribunal valoró, en particular, la capacidad de intertextualizar estudios ajenos sin citarlos que exhibía el entonces doctorando y ahora líder máximo de Genomia. Ni que decir tiene que tan excelsa labor en pro de las ciencias sociales progresistas ha sido reconocida con el nombramiento de Genius como catedrático de Economia Europea y Universal en la Universidad del Camino Justo y Certero. Como siempre suscede en la historia con los grandes líderes progresistas, la carcundia capitalista-heteropatriarcal-fascista se ha dedicado a extender el bulo de que la tesis del doctoriraptor Genius era un ejemplo de plagio bochornoso que insultaría -de conocerse- a la inteligencia progresista y reaccionaria, llegando a cambiar el nombre de la especie académica a la que pertenece por la de plagiator.

Paulus Catedralicius, el jurisconsulto

Otro ejemplo señero de de la aplicación de la doctrina progresista al ámbito de la educación universitaria la encontramos en el acceso al poder del famoso juridconsulto, Paulus Catedralicius (antes Eclesiae), criado en el seno de la Universidad Central de Maracas que, aplicando su fino sentido jurídico y su capacidad de síntesis, acaba de hacer un manifiesto señero -apoyado por el Gobierno de Genomia en pleno- en el que identifica apelación con humillación sobre la base del poderoso argumento jurídico de la rima consonante final (“ón”). Evidentemente, la carcundia capitalista-heteropatriarcal-fascista ha criticado este comunicado acusando de ignorancia enciclopédica a Paulus, sin  caer en la cuenta de que se trataba de un ejercicio de sincretismo jurídico revolucionario.

Camaleoneus cuadratus, el inventor de la política aceitosa

El tercer ejemplo del éxito de la educación progresista lo encontramos en la persona de Camaleoneus Cuadratus, asesor áulico de Genius e inventor de la política líquida que se centra en el objetivo de seducir a la opinión pública a cualquier precio y, para ello, se construye a base de medias verdades, post-verdades o, directamente, mentiras descaradas. También se le llama ideología de las amebas, por ser idónea para los seres invertebrados de ideas o convicciones. Esta ideología ha tenido su más reciente éxito en el líder de Genomia, Genius, cuya plasticidad cerebral le permite transitar de una idea a la contraria sin solución de continuidad ni remordimiento alguno. El mérito de Camaleoneus Cuadratus, nuestro nuevo rasputín, en la difusión y práctica de esta de la política líquida o ideología de las amebas le ha permitido asesorar, en los últimos años, a partidos distantes -e incluso enfrentados- en el arco parlamentario y serle indiferente -en expresión castiza- asesorar a Juana y a su hermana. Como era de esperar, los fascistas, desde su permanente envidia y cortedad de miras, han calificado despectivamente a la política liquida de política aceitosa y a Camaleoneus Cuadratus de cínico, porque, antes que al líder, les ha levantado una buena suma de direro diciéndoles -y haciéndoles decir- lo contrario de lo que dice y hace decir ahora.

Nota final y “aviso al navegante”: como sucedía con el anterior MAPROMA sobre la justicia, la doctrina reaccionaria recoge algunos principios de la vieja (¿?)  Constitución de 1978; mientras que los de la doctrina progresista del Nuevo Régimen Luminoso son pequeñas modificaciones esperpénticas de los primeros. Volvemos a advertir al valeroso pueblo de Genomia cómo bastan pequeños cambios textuales para subvertir un régimen entero de libertades y, al igual que entonces, añadimos: “el que tenga oidos, que entienda”.