Manifiestos progresistas desde Maracas (2): una justicia de progreso

Firma invitada: Claudia Serena

Yo y mis circunstancias

Buenos días, soy Claudia Serena, rectora magnífica -esto es, excepcional,  extraordinaria, inconmensurable, omnisciente, etc., – de la Universidad Total Trasatlántica (UNITONTA) que he sido invitada a dirigir la serie de Manifiestos Progresistas desde Maracas (MAPROMA) que se irán publicando en este blog, durante las próximas semanas. Debo comenzar recordando la razón de mi presencia aquí.

La generalizada alegría que reina en Genomia ante el advenimiento del Nuevo Régimen Luminoso (NURELU) liderado por Genius –“solo y en compañía de otros”– que reina -con perdón- desde el día 7 de este mismo mes, unida a la gratitud del anfitrión de este blog satírico por el elenco  generoso de sujetas y sujetos increíbles que facilitarán su modesto trabajo de glosar el presente, el pasado y el futuro de tales personajas y personajos le ha llevado a cumplir una promesa que ya anunció en la entrada del pasado 2 de diciembre del año de la oscuridad -o de la claridad inminente- 2019 bajo el título “Manifiestos progresistas desde Maracas (1) una necesidad social”.

Los Manifiestos Progresistas desde Maracas (MAPROMA)

En aquella entrada dábamos cuenta de cómo una pesadilla profética -al modo de los grandes mesías de la Historia universal- de nuestro líder Genius le llevó a vislumbrar a una dama vestida de la República que le conminaba a crear un “corpus” de doctrina progresista con dos finalidades: la primera es dejar de vivaquear ideológicamente sobreviviendo en el día a día y sucediéndose a si mismo en su asombroso manejo de la post-verdad y perfeccionando el conocido método de “donde dije digo, digo Diego; y, donde dije Diego, digo dogo” y “donde dije dogo, digo daga” y y “donde dije daga, digo diga” y así en una sucesión infinita de ajustes tácticos de opinión solo limitada por las exigencias de la resiliencia progresista.  La segunda finalidad de este “corpus” de doctrina progresista reside en que las generaciones futuras de ciudadanas y ciudanados de todo tipo de sexos admiraran -asombrados- su legado histórico, sin duda, irrepetible.

Relatábamos también cómo Genius ordenó llamar de inmediato a nuestra antigua conocida, su hermana Minerva, Ministra de Cultura Transversal, Integración, Bondad y Ortopensamiento (el MICUTRIBO) para encargarle que contactara con las elites intelectuales de Genomia para crear una auténtica enciclopedia digital del pensamiento de progreso.  

Dábamos cuenta, asimismo, de cómo Minerva se puso en contacto  conmigo que, de inmediato, acudí al mítico Grupo de sabios que tantos masteres había diseñado para la UNITONTA al objeto de redactar  el informe generador de la Enciclopedia Digital del Pensamiento de Progreso (EDIPEP) que se componía de dos partes: una introducción que explicaba la finalidad y el sentido de la obra y unos anexos de Manifiestos Progresistas desde Maracas (MAPROMA) que recogerían las diferentes entregas en que se debía distribuir la obra entre las ciudadanas y los ciudadanos de Genomia.

Acabábamos entonces aquella entrada con el anuncio solemne de que la  inequívoca alineación –que no alienación- progresista del anfitrión de este blog le llevaban a ofrecerlo como hogar generoso desde el que publicar las sucesivas entregas de los Manifiestos Progresistas desde Maracas que están llamados a ser un faro de progreso que disipe la oscuridad de las fuerzas reaccionarias de Genomia que no permiten el progreso y la igualdad social de todas y todos.

Para alcanzar tal fín, anunciábamos también que la estructura de estos Manifiestos será nítida -que nunca maniquea-  sin dejar lugar a dudas porque: primero, se expondrán la tesis retaccionarias sobre las diferentes materias analizadas (justicia, pensiones educación, economía, etcétera);  para, a continuación, exponer en todo su esplenador la doctrina progresista del Nuevo Régimen Luminosodrán que dejará en evidencia los errores y las maldades de la carcundia  fascista y capitalista.  

El primero de los Manifiestos Progresistas desde Maracas sobre la Justicia

Comenzamos la serie de MAPROMAs con la justicia porque es de sobra conocido que los elementos reaccionarios de toda sociedad se esconden entre los pliegues de las togas de los magistrados y jueces, salvo que las hayan arrastrado por el polvo del camino progresista. De ahí que todo régimen progresista -como es el Nuevo Régimen Luminoso establecido en Grenomia-  debe comenzar en este punto la suave difusión de su doctrina y, llegado el caso, la depuración de las elementas y los elementos desafectos.

En este sentido, veremos cómo la solución técnico-jurídica recomendada por el grupo de sabios de la UNITONTA consiste en condicionar los principios e instituciones de la justicia ordinaria y constitucional a lo que determinen, en cada momento, los pactos de progreso.

La doctrina reaccionaria sobre la Justicia

La justicia emana del pueblo y se administra por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la ley. Los Jueces y Magistrados no podrán ser separados, suspendidos, trasladados ni jubilados, sino por alguna de las causas y con las garantías previstas en la ley. El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales determinados por las leyes, según las normas de competencia y procedimiento que las mismas establezcan. Se prohíben los Tribunales de excepción. Es obligado cumplir las sentencias y demás resoluciones firmes de los Jueces y Tribunales, así como prestar la colaboración requerida por éstos en el curso del proceso y en la ejecución de lo resuelto.

La doctrina progresista sobre la Justicia del Nuevo Régimen Luminoso

La justicia emana del pueblo y se administra en nombre de los líderes políticos -conforme a los pactos de progreso que alcancen, en cada momento, los partidos progresistas- por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, dependientes, movibles, irresponsables y sometidos únicamente al imperio de la ley progresista. Los Jueces y Magistrados podrán ser separados, suspendidos, trasladados y jubilados por alguna de las causas pactadas democráticamente por los partidos progresistas y sin las garantías previstas en la ley. El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde colaborativamente a los Juzgados y Tribunales y a los partidos progresistas. Se permiten, excepcionalmente, los Tribunales de excepción cuando la justicia, la igualdad o el bienestar social este en peligro, apreciado por los partidos progresistas. Es obligado cumplir las sentencias y demás resoluciones firmes de los Jueces y Tribunales, así como prestar la colaboración requerida por éstos en el curso del proceso y en la ejecución de lo resuelto; siempre y cuando los pactos de progreso no dispongan lo contrario.

Nota final y “aviso al navegante”: la doctrina reaccionaria recoge algunos principios de la vieja (¿?)  Constitución de 1978; mientras que los de la doctrina progresista del Nuevo Régimen Luminoso son pequeñas modificaciones esperpénticas de los primeros. Adviértese que, con pequeños cambios textuales, puede subvertirse un régimen entero de libertades y- como dicen los Evangelios (siempre con perdón)- “el que tenga oidos, que entienda”.

P.D.: Sobre la sensación pegajosa del miedo a opinar: Han pasado sólo unos pocos días desde el advenimiento del Nuevo Régimen Luminoso y ya hemos asistido -con pena- a ejercicios de cobardía disfrazados de prudencia, a manifestaciones de auto censura disimuladas como pruebas de sensatez. Hemos visto, en definitiva, esa sensación pegajosa del miedo a opinar en contra de la única fe progresista verdadera. Confiamos que esa policía difusa del pensamiento políticamente correcto que anida en tantos medios de comunicación no coarte nuestro sagrado derecho a la libre opinión.