Proyecto Mantys Religiosa: De la domesticación y la extinción del varón

Firma invitada: Claudia Serena

San Valentín: machista, heteropatriarcal y capitalista

Hoy, 14 de febrero de 2020, festividad del machista y heteropatriarcal San Valentín, amén de provocador del consumo capitalista; comparezco, una semana más, ante Ustedas y Ustedos para dar cuenta de las novedades asombrosas con las que, a diario,  nos obsequia el gobierno progresista del  Nuevo Régimen Luminoso (NURELU) de Genomia. Pero he de aclarar, desde un principio, que hoy no cuento con el permiso del anfitrión de este blog, también progresisto; sino con su obediencia y necesaria sumisión porque he sido nombrada Directora General de Variabilidad Sexual, Libertad de Elección de Género y Promoción de los Derechos PZPNPSI (a la Práctica de la Zoofilia o bestialismo, Pedofilia, Necrofilia y otras Perversiones Sexuales Imaginativas), integrada en la Secretaria de Estado de Agenda 2666, nombre de evocación mefistofélica que subraya la vocación de permanencia del Gobierno del NURELU -presidido por Genius, alias el Doctoriraptor- durante generaciones y generaciones en un progreso sin final, porque la infinitud es un atributo propio del progresismo y ¿por qué poner límites temporales a la nueva era de felicidad progresista?

El Ministerio de Igualdad Selectiva y  Género Múltiple y Cambiante

Debo subrayar que, en la toma de posesión del Ministerio de Igualdad Selectiva y  Género Múltiple y Cambiante, la ministra Nerea Oretmon -integrante de la simpática pareja de mandatarios conocidos como los Ceaucescu de Genomia- no paro de derramar lágrimas de emoción al ver sobradamente cumplidas sus ambiciones políticas y verificar, en carne propia, que en la actualidad “Cualqjuiera puede ser ministra o ministro en el gobierno de Genomia”, expresión afortunada -por progresista e igualitaria- que fue adaptada como eslogan del Ministerio. Hay que añadir que esta afición lacrimógena del progresismo es perfectamente compatible con el odio reconcentrado hacia el macho no machista por el mero hecho de serlo y hacia la hembra reaccionaria por su inclinación política.

La tesis doctoral sobre domesticación y exterminio del varón

También debo subrayar que he alcanzado el rango de Directora General de Variabilidad Sexual, Libertad de Elección de Género y Promoción de los Derechos PZPNPSI gracias a que la ministra reparó en mi tesis doctoral que, de forma excepcional y sin mancha de plagio (solo con algunos cientos de páginas intertextualizadas, para no ser menos que nuestro líder Genius), presente hace ya varios años en la UNITONTA sobre Domesticación y exterminio del varón. En ella expuse las razones que justificaban -desde multitud de planos (jurídico, biológico, médico, ético y social)- la procedencia y la necesidad de domesticar primero y extinguir después, al varón.

El proceso de domesticación debía comenzar con la reunión del máximo número posible de infantes en las granjas de reeducación de género en las que se producirían actividades pedagógicas del tipo “Diálogos de vergüenza viril”, “Encuentros de los infantes infamantes” y otras parecidas en las que los varones, desde su más tierna infancia, asumieran la culpabilidad inherente a su género por el mero hecho de haber nacido con esa tara y con independencia de su conducta.

La fase final de extinción varonil culminaba con los varones, envejecidos prematuramente en las granjas escuelas y convertidos en productores de bancos gigantes de esperma para cumplir -antes de su destino final- la única función biosocial admisible para su género, que era la reproductiva.

Por lo anterior, esta magna actuación se bautizó como Proyecto Mantis Religiosa, en homenaje a esa simpática especie de insecto mantodeo de la familia Mantidae, comúnmente llamada santateresa, mamboretá, campamocha o tatadiós o simplemente mantis, que es una especie de insecto -por cierto, insecto oficial del estado estadounidense de Connecticut- cuya hembra, en la época de apareamiento segrega feromonas, con lo que atrae al macho, siendo el único momento en el que los machos y hembras se reúnen. Con el pequeño inconveniente para los machos de que, durante este período, las hembras se vuelven muy agresivas y, en ocasiones, acaban por comer a su compañero durante o después del apareamiento, empezando por la cabeza, y evitando dañar las zonas del sistema nervioso encargadas de la reproducción. No había, por lo tanto, mejor imagen para la actividad central de la Dirección General de Variabilidad Sexual, Libertad de Elección de Género y Promoción de los Derechos PZPNPSI.

Y las conclusiones de mi tesis doctoral sobre “Domesticación y exterminio del varón” que me ha granjeado la Dirección General de Variabilidad Sexual, Libertad de Elección de Género y Promoción de los Derechos PZPNPSI llegaban al feliz final de la sustitución de la cultura heteropqatriarcal por la cultura homomatriarcal basada en una noción pintoresca de los derechos humanos que, por ejemplo, en el ámbito del amor sostenía que cada persona pueda amar a lo que quiera: otro ser humano, un animal (en sentido bíblico o carnal) o incluso un objeto inanimado. De tal manera que, por ejemplo, dimos cursos -magníficamente retribuidos sobre “Como  mantener un idilio con una farola del alumbrado público”; “El amor al cubo de la basura”, y otros parecidos.

El algoritmo de transformación de cuentos infantiles (TRACUI)

Y mi Dirección General no solo  desatrollo el Proyecto Mantis Religiosa; sino que también destino parte de los ingentas recursos con los que nos había dotado el Gobierno de Genomia a instalar en todas las escuelas el  algoritmo de transformación de cuentos infantiles (TRACUI) que, por ejemplo, transformó el famoso cuento Cenicienta del francés Charles Perrault («Cendrillon ou La petite pantoufle de verre», Cenicienta o El zapatito de cristal, 1697)  en Ceniciento que relataba la historia de un joven víctima de la reforma laboral derechista y de un padrastro capitalista que padecía en silencio las vejaciones de dos hermanos fachas.

Operación “Abuelito dime tu”

Debo acabar esta referencia sintética a las múltiples iniciativas de mi Dirección General con una referencia a otro de sus proyectos estrella que es la Operación “Abuelito dime tu” por una salida digna y apacible de este valle de lágrimas (técnicamente llamada Operación Eutanasia). Esta operación parte de la base de que los abuelitos tienen una esperanza de vida mucho menor que las abuelitas y reunen, por lo tanto, dos características que les hacen ser socialmente ineficientes por varones y por viejos. Siendo esto así, la Operación “Abuelito dime tu” contempla un programa de incentivos para persuadirles al objeto de que adopten por propia iniciativas la decisión de abandonar este valle de lágrimas. Entre ellos destaca el programa de porcentajes de bonificación fiscal inversamente proporcional al momento en el que el abuelito practique, “motu proprio” y con la asistencia desinteresada de la sanidad pública, el “procedimiento de salida”. Así, por ejemplo, si “sale” a los 70 años, el tipo de tributación en el impuesto de sucesiones será sólo del 60 por ciento sobre la base hereditaria imponoble mientras que si el abuelito “sale” a los 80 años, el tipo de tributación en el impuesto de sucesionesse incrementa hasta el 80 por ciento.

Algunas reflexiones finales

“Llevemos la estupidez a su máxima expresión para que resplandezca como se merece”

(Bonifacio de Genomia, “Meditaciones”)

Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?

(Cicerón, primera oración de la Primera Catilinaria)

Y la siempre noble ciudadanía de Genomia observa, atónita y mecida por el espectáculo de las televisiones amigas del NURELU;  como un enjambre de políticas y políticos ignorantas, solemnas, fatuas, rufianas (definidas por la RAE como “hombre (o mujer) vil y despreciable que vive del engaño y de la estafa”) encubren su estupidez con un lenguaje cursi y remilgado que,  afortunadamente, no logra ocultar su auténtica condición. Pues bien, este grupo humano alegre y confiado,  no satisfechas y satisfechos con hacerse multimillonarias a costa de los impuestos que paga religiosamente (con perdón) la noble ciudadanía de Genomia; pretenden adoctrinar a sus hijas y a sus hijos en las más absurdas perversiones intelectuales, sexuales, culturales. Y alguien, algún día, despertará de la plácida ensoñación del bienestar permanente garantizado, para decir, alto y claro, que ya está bien de sopotar en silencio estoico tantas muestras de estupidez fatua prepotente e ignorante (por ejemplo, de quienes debían mantener un silencio sepulcral para, cuando menos, disimular la mucha información privilegiada de la que abusaron  y siguen abusando).

Item más, la siempre noble ciudadanía de Genomia padece muestras constantes de racismo liguistico en plácido silencio que parece esconder su eventual reacción de raza inferior bajo forma de prudencia, a base de aceptar actos constantes de xenofobia como hechos normales en una convivencia civilizada. Y así, lentamente, cual llovizna fina, va asumiendo una suave conciencia de inferioridad cultural mecida siempre por los medios de comunicación progresistas que van envileciendo sus mensajes políticos y culturales para asemejar su dinámica a esos concursos televisivos zafios y rufianescos que constantemente ofrecen.