SEMANARIO SATÍRICO DE GENOMIA (SSG): NÚMERO ESPECIAL Y URGENTE. MAS DIÁLOGOS ASOMBROSOS Y AMABLES CON LOS DIFUNTOS SOBRE LA IGNORANCIA

El porqué de la urgencia de este número extraordinario publicado en un “estado de necesidad”

Cuando el pasado 28 de agosto del año en curso decíamos adiós al verano que abandonábamos con melancolía con una entrada de este Semanario Satírico de Genomia (SSG) titulada “Mas diálogos asombrosos y amables con los difuntos sobre la necedad”; no aventurábamos -en nuestra inocencia impropiamente infantil- que el misterioso fenómeno ecológico del “calentamiento global de la estupidez humana” seguiría en un “crescendo” solo comparable con al precio de la luz, marcando, como ella, “records históricos” paradójicamente, a diario. Concluíamos, entonces, que el análisis de este fenómeno aparentemente incomprensible estaba en su fuerza primigenia de la conducta de unos y otros cual era la estupidez. También anunciábamos el compromiso solemne de este SSG con la labor urgente de profilaxis social consistente en combatir esta pandemia poniendo las bases de un magno Tratado de la necedad, proyecto en el que llevamos trabajando ya desde hace algún tiempo.

En el número de ayer mismo de esta SSG dábamos cuenta de que las 35 Avex de rapiña daban al aborregado pueblo de Genomia una lección magistral -una más- de mal gobierno corporativo y pasan de las puertas giratorias al tiovivo con el fichaje, por el J.M. “El Seductor” de J.M. Carmina como su vicepresidente del gigante energético ALORDREBI.

Relatábamos también el curioso fenómeno acaecido la semana pasada de la Convección Transhumante del Partido Pasivo que le llevó a recorer distintos Reinos de Taifas de Genomia.

Dábamos cuenta de otras tantas noticias increíbles y, cuando creíamos haber presenciado la mayor cantidad de infamidez (estupidez infame) en el menor tiempo posible; amanecemos esta mañana con las manifestaciones del Partido de Seminaristas Ortodoxos Episcopalianos diciendo que por aquella casa no conocen a J.M. Carmina, antiguo candidato a la Comunidad de Mracas y flamante vicepresidente del gigante energético ALORDREBI; con la declaración de la bella Ayla afirmando que espera que el juez “se percate” de la legalidad del affaire del Bruto de Gila, líder del Frontón Melisario; y con una entrevista televisiva en la Secta Te Ve a Ivanus Cuadratus, el “Rasputín” o el “Rey del Injerto Capilar” (antiguo director de la brigada de limpieza de restos orgánicos del Gran Tontópata y hoy des-valido quien se encuentra a la espera de que Pablo Soltero, el líder indomable del Partido Pasivo, le fiche de nuevo para revivir anteriores éxitos de crítica y público) en la que niega haber ejercido de muñidor de la campaña electoral de Maracas.

Entonces, entramos en crisis e invocamos a los sabios difuntos para que nos auxilien.

Sobre la severa reprimenda de los Hados por mi precipitación al pretender pasar de la necedad al odio, al miedo sin haber libado la copa de la ignorancia

En este punto, debo comenzar confesando que he merecido una severa reprimenda de los Hados por mi precipitación ya que, había anunciado a finales de agosto que habiendo viajado desde la necedad al odio, quería avanzar hacia el miedo sin haber libado la copa de la ignorancia. Y no puede haber Tratado epistemológico de la necedad (el gran proyecto en el que llevamos trabajando varios años) sin base sólida en la ignorancia porque, del mismo modo en que la calumnia sigue, por regla general, a la mentira y, por ello, tratamos de ambas en la entrada del 28 de agosto; la ignorancia suele preceder a la necedad. Aunque, tratándose de este tipo de emociones de los necios e infames, es difícil precisar las relaciones de causalidad eficiente en este terreno.

Y yo, obediente, sigo sus consejos pasando a tratar de la ignorancia. Como siempre sucede con mis amigos los sabios que me visitan (permítaseme este abuso de confianza justificado porque casi todos ellos son contumaces en sus visitas) me sugieren sus características ontologicas que paso a relatar.

Plenitud de la Ignorancia humilde

Comparecen primero un grupo escogido de sabios cuyas máximas coinciden en la que podríamos calificar plenitud de la Ignorancia humilde. Así se acerca Cicerón para decirme: “No me avergüenza confesar la ignorancia de lo que no sé. Y, cuando aun intento comprender el sentido profundo de la máxima, remacha el mensaje San Agustín diciéndome: “¡Ay de mí que ni siquiera sé lo que no se!”. Máxima paradójica que me deja perplejo hasta que comparece Benjamín Disraeli para susurrarme, en la oscuridad de la noche: “Darse cuenta de que se es ignorante es un gran paso hacia el saber”. Entonces las piezas comienzan a encajar y me doy cuenta que este es un paso decisivo que nuestro lideres evitan dar y la clave de arco del muladar humano que habitamos.

La peligrosa confraternidad del ignorante

Y cuando la noche me sugiere buenos sentimientos hacia el necio me previene frente a esta debilidad Jean de la Fontaine cuando me advierte: “Nada más peligroso que un ignorante amigo. Mejor sería un sabio enemigo”.

Resiliencia frente al ignorante y del ignorante

En esta misma línea de pensamiento preventivo insiste Demofilo al decirme: “No es poca ciencia aprender a soportar las tonterías de los ignorantes”. Y me doy cuenta que necesito de manera urgente un curso acelerado de resiliencia frente al ignorante.

De inmediato acude “al quite”, en términos taurinos (con perdón del pensamiento progresista), Thomas Fuller que nos ofrece el “negativo fotográfico” de la máxima anterior con otra sobre la ignorancia contumaz o resiliente (naturalmente protagonizada por el ignorante) que nos dice: “El que conoce poco, lo repite a menudo”. Y, de inmediato, viene a mi mente una auténtica muchedumbre de sujetos, directa o indirectamente conocidos.

Ignorancia matemática al cuadrado

Si transitamos de las humanidades a las ciencias, Amos Alcott nos ofrece una extraña mezcla de matemática y patología cuando me susurra: “La enfermedad del ignorante es ignorar su propia ignorancia”. Paradoja que también me ayuda a comprender que nuestros dirigentes y pensadores varios deberían poblar un hospital de enfermos agudos.

Diagnóstico diferencial

Avanzando en las ciencias encontramos una interesante aplicación de la técnica médica del diagnóstico diferencial cuando Aristóteles nos indica: “El ignorante afirma. El sabio duda y reflexiona”. Discurso asertivo que tanto se promociona en la actualidad y que es, sin duda, una nota psicopática de nuestros lideres.

Ignorancia narcisista

Y, ya que hablamos de líderes, debemos recordar lo que nos susurró Nicolás Boileau: “La ignorancia se halla siempre bien dispuesta a admirarse”. Que nos recuerda otro rasgo psicopático de nuestros lideres.

La ignorancia verborréica y sus peligros

Puesto que estamos en el terreno fértil de la psicopatía, conviene seguir con un síntoma cual es la locuacidad. Y para no confundirla con la elocuencia no es de enorme utilidad la máxima de Cleobulo: “La abundancia de palabras y la ignorancia predomina en la mayor parte de los hombres. Si quieres sobresalir de la mayoría inútil, cultiva tu conocimiento y envuélvete en nubes de silencio”. Esta máxima de uno de los Siete Sabios de Grecia debería estar en cualquier Manual de autoayuda sobre lo que no debe hacer nunca un aspirante a coacher o influencer que curse uno de los masters pintoresco que en ambas materias ofrecen nuestras universidades, tanto públicas como privadas. También serviría de presentación de una Guía de meteorología espiritual.

Y sigue en tan prolífica senda de las relaciones entre la ignorancia y los excesos verbales Jean Marie Odin cuando nos suelta: “Jamás se descubre mejor a un hombre que sabe poco que cuando habla mucho”. Lo que nos permite hacer un diagnóstico sociológico nacional certero.

Ignorancia fraterna

Y ya que hemos cogido la senda espiritual, procede que porfiemos en ella recogiendo la máxima que, en forma de advertencia, nos trae Khalil Gibran cuando nos susurra: “Hacer amistad con el ignorarte es tanto como discutir con un borracho”.

La ignorancia discreta y, por ello, incorregible

Y transitamos de inmediato hacia los prados de la estética para escuchar a Heraclio cuando aconseja con la máxima buena fe: “No está bien ocultar la propia ignorancia, sino descubrirla y ponerle remedio” aun cuando mucho nos tememos que abundan los ignorantes discretos, agazapados y, por lo tanto, incorregibles y particularmente peligrosos.

El ignorante sincero, contumaz y peligroso

En este momento nos visita Martin Luter King con una valiosa recomendación de discreción lacónica cuando nos dice: “Nada en el mundo es más peligrosos que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda”. Abunda en esta recomendación de laconismo al ignorante -que, por su propia esencia, desatenderá- Ramón Llull cuando nos recomienda: “Como es más lo que ignoras que lo que sabes. No hables mucho”.

Nacionalismo ignorante

“Cambia de tercio” Santiago Ramón y Cajal cuando nos susurra: “Los débiles sucumbiendo no por débiles, sino por ignorar que lo son. Lo mismo sucede a las naciones”.

Ignorancia enciclopédica

Y, cuando estamos a punto de “tirar la toalla” llega William Rogers con una cura de humildad que nos dice: “Todo el mundo es ignorante. Solo que en materias distintas”.

Y discurre por parecida senda de la taxologia de la ignorancia Francois de Rochefoucauld cuando me dice: “Tres clases hay de ignorancia: No saber lo que debiera saberse. Saber mal lo que se sabe. Y saber lo que ni debiera saberse”.