SEMANARIO SATÍRICO -Y SATÁNICO- DE GENOMIA (SSG): EDICIÓN DEL 9 DE OCTUBRE DE 2022: La Ley del Olvido Demagogico para el bienestar Transanimal, Transvegetal y Transmineral (LODETRANS)

Los sofistas no son otra cosa sino realistas: Formulan los valores y prácticas que son comunes a todos, otorgándole el rango de valores; tienen el coraje que tienen todos los espíritus fuertes de saber asumir su inmoralidad

Friedrich Nietzsche

Dedicado, desde la admiración sincera, a los políticos que gobiernan nuestras vidas y haciendas y, en general, a la clase política.

La Ley del Olvido Demagógico para el bienestar Transanimal, Transvegetal y Transmineral (LODETRANS)

Tras un largo periodo de holganza, nuestro equipo de política interior ha vuelto al trabajo y nos brinda, -¡por fin!- una crónica parlamentaria realmente valiosa que esta a la altura –“rectius”, bajura- de los tiempos en los que nos ha tocado por suerte -mas bien, desgracia- habitar este valle de lágrimas.

Y la crónica viene a propósito del inicio, durante la semana que nos dice adiós, de la tramitación parlamentaria de la Ley del Olvido Demagógico para el bienestar Transanimal, Transvegetal y Transmineral (LODETRANS) también llamada Ley Tres en Uno por ser síntesis de tres leyes de la ideología progresista que se abren paso -como un buque cortahielos en el Polo- destrozando la carcundia fascista de la sociedad tradicional, basada en la familia y en los valores de la cultura occidental judeocristiana. Son la Ley de Memoria Demagógica, la Ley del Malestar Animal y la Ley de los Derechos del Colectivo Transanimal, Transvegetal y Transmineral.

Estamos ante un avance histórico del progresismo universal que, desde el púlpito del Confeso de los Desvariados, defendió, con su oratoria fluida habitual, Paulo Equineche, alias “El rayo veloz.

El Preámbulo de esta LODETRANS dice solemnemente: “El maltrato histórico de los animales, vegetales y minerales de especie o sexo cambiante ha tenido consecuencias dramáticas para la cultura progresista de toda la sociedad universal. Por eso, la lucha frente a estos abusos forma parte del acervo democrático que combate en esta época, de forma feroz por necesaria, contra el heteropatriarcado, el calentamiento global y el machismo” (y así sigue durante 666 páginas cargadas de una profunda reflexión sobre la involución de la historia universal).

El artículo primero de esta LODETRANS, dedicado al “Objeto de la ley” dispone: “1. Esta Ley regula el acceso democrático de los animales (domésticos y salvajes), vegetales y minerales de especie o sexo cambiante y fluido a sus derechos de autodeterminación de especie y sexual. 2. Para lograr tan loable, necesario y urgente objetivo se establecen, primero, el catálogo de los derechos democráticos y progresistas de autodeterminación de especie y sexual de los animales, vegetales y minerales y, después, el edifico institucional necesario para su debida aplicación” (y después sigue durante 666 artículos dedicados a desarrollar estas “ideas brutas”).

La Memoria ideológica de esta LODETRANS señala: “Esta Ley supone un primer paso en el largo camino -que se adivina esplendoroso- hacia la libre determinación de su especie y sexo y la memoria democrática de los animales (por ejemplo, la cacatúa común), pero también de los vegetales (por ejemplo, la coliflor) y de los minerales (por ejemplo, el cuarzo). Todo ello para acabar con la opresión milenaria que la cultura heteropatriarcal y machista ejerce sobre estos seres vivos. Si ¡vivos! Porque ¿qué espíritu autenticamente progresista puede asegurar que una hermosa coliflor no tiene sentimientos?. Es más, ¿cómo negar -desde la cultura progresista y popular- que esa misma coliflor -como ser vivo que sin duda es- no sueñe con poder convertirse en colifloro o en coliflore? Y retornar, pasado un tiempo de reflexión, a su identidad primigenia de coliflor, con los derechos inherentes a esta nueva identificación mutable. El mismo derecho progresista y democrático asiste al ornitorrinco que, no satisfecho con su dudosa identidad, quiera convertirse en ornitorrinca o, más aún, en pato o nutria, desestructurando su injusta -por confusa- naturaleza. Y ¡cómo no extender este derecho progresista y democrático de autodeterminación sexual y de especie al humilde trozo de cuarzo que muestre un deseo sincero de transformarse en cuarza o en cuarce”. (y sigue durante 6666 páginas justificativas de este “pequeño paso para la mujer, el hombre, etc., etc. pero gran paso para la Humanidada, Humanidado y Humanidade”)

Naturalmente,  la LODETRANS cuenta con una Memoria económica para su implantación efectiva que incluye dotaciones presupuestarias generosas para los partidos políticos y asociaciones progresistas. Dotaciones que sufragarán con los nuevos impuestos un revolucionario Ministerio -¡uno más!- de la Igualdad y la Transexualidad Animal, Vegetal y Mineral del que dependerán un Consejo Supervisor de la aplicación de la LODETRANS con capacidad de espionaje y sancionadora para quienes se resistan a tan progresivas medidas; un Registro Administrativo en el que se inscribirán, en tiempo real, las sucesivas identidades de sexo y especie que vayan adoptando los animales (domésticos y salvajes), los vegetales y los minerales en ejercicio de su derecho democrático de autodeterminación de especie y sexual; y un Consejo Asesor -o ¡Comité de sabios!- con cargos magníficamente retribuidos que financiarán sedes  opulentas y proyectos de investigación que justificarán, sin duda alguna, lujosos  viajes a Nueva York, para contrastar las experiencias de mutación de identidades de sexo y especie de los animales (domésticos y salvajes), los vegetales y los minerales.

¡SOY LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO!

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