CURAFLEX. Preverdad, verdad, postverdad y, directamente, mentira. El “rayo que no cesa” de la oferta formativa de la UNITONTA para los políticos

Aun a riesgo de ser contumaces (¿en el error?), nos hacemos eco de una nueva iniciativa didáctica y formativa de la Universidad Total Trasatlántica (UNITONTA) dirigida especialmente a los políticos y políticas, tan amantes ellos y ellas de la prestancia que dan los oropeles universitarios. Pero esta iniciativa no va dirigidas no solo a ellos y ellas, sino que el producto didáctico que expondremos también puede ser idóneo para la formación de empresarios y empresarias y de quienes dirigen -con mano firme, al tiempo que generosa- los destinos de las propias universidades.

Pues bien, aplicando una de las máximas de la denominada Cátedra de la Tontería Máxima (CATONMAX), a la que nos referíamos en nuestra entrada del pasado día 23 del mes en curso, que proclamaba en su frontispicio, “urbi et orbre” y con la solemnidad que suele ser consustancial a las personas carentes de sentido común, que “La imaginación de los tontos es infinita”; la UNITONTA ha enriquecido su oferta académica con el Curso de Razonamiento Flexible (CURAFLEX). Curso de denominación afortunada -que no es casual sino producto de un equipo creativo muy amplio y profesional- cuyo acrónimo combina resonancias taumatúrgicas y oníricas que incitan a conocerlo y matricularse de inmediato. 

Este CURAFLEX asienta sus raíces en bases teóricas muy sólidas ya que su proyecto docente ha sido elaborado durante varios meses por una “task force” de filósofos, psicólogos, pedagogos y otras especies de intelectuales que cayeron en la cuenta de que las definiciones primeras del DRAE de verdad como “conformidad de las cosas con el concepto que de ellas forma la mente” y de mentira como “expresión o manifestación contraria a lo que se sabe, se piensa o se siente” están cargadas de subjetividad. De ahí dedujeron que no existe inconveniente racional para construir un pensamiento líquido que iguale democráticamente todo tipo de opiniones con independencia del sujeto que las emita y de su concordancia con la realidad. A partir de este debido respeto al individuo, la noción misma de realidad como “existencia real y efectiva de algo” (primera acepción del DRAE) se licúa y se libera de su alienante segunda acepción del DRAE como “verdad, lo que ocurre verdaderamente”.

A partir de los anteriores fundamentos teóricos, el programa del CURAFLEX se organiza en 4 semanas de docencia en la que los principales expertos nacionales e internacionales en pensamiento líquido expondrán de una forma teórica y práctica los siguientes temas:

1. La preverdad, como forma de predisponer a la opinión pública a favor o en contra de una opinión, antes de que se conozca la realidad futura (antiguamente se llamaba prejuicio).

2. La verdad, como forma de comunicar eficazmente a la opinión pública una opinión, en las escasas -y, por ello, preciosas- ocasiones en las que coincida con la realidad y con el interés de líder que comunica.

3. La posverdad, como forma de disponer a la opinión pública a favor o en contra de una opinión, con independencia de su coincidencia con la realidad, siempre que lo requiera el interés de líder que comunica.

4. La mentira, como forma de disponer a la opinión pública a favor o en contra de una opinión, aun cuando no coincida con la realidad, siempre que lo requiera el interés de líder que comunica. Esta última fase requiere de un especial virtuosismo y contumacia del comunicador que consiga que, a fuerza de repetir la mentira un gran número de veces, la opinión pública la perciba como verdad. Por ello, también requiere de unos cuantiosos recursos económicos que puedan sufragar numerosos medios de comunicación dispuestos a esa labor encomiable.

En conclusión, podemos anticipar, sin miedo a equivocarnos, que toda persona humana que curse este CURAFLEXestará preparado, en el plazo de un mes, para razonar, debatir y comunicar con eficacia, gracias a la extraordinaria agilidad de pensamiento que presenta quien carece del mismo o, más exactamente, quien no esta anclado en el inmovilismo estéril de la esclava dependencia de la realidad tozuda; sino que, por el contrario,  es consciente de la liquidez del mundo que nos circunda y de las ideas que por el transitan.  Es más, el egresado o egresada del CURAFLEX podrá hacer declaraciones públicas en las que adorne su verbo naturalmente brillante con expresiones tales como epistemológico, cognitivo, hermenéutico u otras parecidas que, sin necesidad de entender su significado ni la oportunidad de su uso, le permitan rodearse -especialmente, si se ocupa de la cosa pública como dirigente político- de un aura de intelectualidad que siembre la opinión pública de un merecido -al tiempo que misterioso- respeto.

N.B. : Esta entrada se publicó con el mismo título por Javier Fernandez Alén como firma invitada en el blog de ajtapia.com el 30.11.2018 y la publicamos de nuevo porque, lamentablemente, tras la reiterada “fiesta de la democracia” que hemos vivido emocionados, una vez más,  el pasado fin de semana -como decía el famoso filósofo existencialista: “al final, la vida sigue igual”- y, por lo tanto, esta entrada publicada hace casi un año, conserva -desgraciadamente- toda su actualidad.