Firma autorizada (que no invitada): Ivanus Cuadratus
Presentación
Me presento y reitero el hecho notorio de que este Diario de Genomia esta intervenido por el Gobierno progresista de Petrus I El Iluminado, asistido de su vicepresidente Paulus I El Liberticida. Su antiguo director, Javier Fernandez Alén se encuentra internado en un Campo de Reeducación Progresista para ver si reflexiona y reconduce su errado rumbo hacia el sano y recto progresismo.
Soy Ivanus Cuadratus, el asesor multiuso que, durante los últimos años, ha aportado sus geniales ideas, sucesiva y simultáneamente, a los partidos conservadores y a los progresistas, cobrando de todos ellos pingües emolumentos. Y se preguntarán ustedes cómo ha sido posible dicha taumaturgia política. Se lo explico: porque soy el inventor del pensamiento viscoso (también llamado pensamiento ameba), que es un grado superior al pensamiento líquido, dado que no solo el contenido se conforma al continente táctico que en cada momento conviene al político que paga; sino que se pega de manera indeleble a la conciencia del pueblo que lo escucha arrobado.
Sabrán también ustedes que formo parte destacada del grupo de expertos en comunicación sanitaria de Petrus I el Iluminado, integrado por Ferdinand Nomis Beggar, Juan Little Savior (quienes han firmado las dos entradas precedentes de Diario), Dana Rotsap (periodista indómita e independiente) y el abad Sonazet (director del conocido Cetro de Infamias Sucesivas.) Sabrán también que este selectísimo equipo compensa sus nulos conocimientos sanitarios sobre test, mascarillas, virus y otras minucias con una formidable capacidad de manipulación de la opinión pública del noble –y confinado- pueblo de Genomia. Y todo ello, gracias a mi persona (perdonen la inmodestia).
Desescalada marxiana
En teoría política –esa que ignora por completo Paulus I el Liberticida- se califican de “marxianos” los primeros escritos de Karl Marx y de sus seguidores. En este caso, nos apropiaremos del calificativo para aplicarlo al pensamiento del genial cómico Groucho Marx y a su pensamiento variable y ligeramente confuso (ya saben, “la parte contratante de la primera parte …” o ”estos son mis principios, pero si usted quiere, puedo cambiarlos por estos otros”).
Pues bien, en una combinación genial del pensamiento marxiano y del pensamiento viscoso he creado el Plan de Desescalada Marxiano (PLADEMA) que es un efecto colateral para implantar la Nueva A-Normalidad conforme al Plan de Implantación de la Nueva A-Normalidad (PINA) que glosamos en la entrada precedente de este Diario. En ella vimos como la Orden Menesterosa que aplica el PINA detalla la forma de la desescalada de forma clara, unívoca y categórica para toda la publicación: mayores de 90, menores de 5 años, etc.
Ahora el PLADEMA que está siendo ejecutado en los últimos días por el Gobierno de Genomia empieza explicando que, fruto de los desvelos del Gobierno Progresista de Genomia, se establecen los criterios esenciales para la adaptación del conjunto de la sociedad a la Nueva A-Normalidad; siempre con las máximas garantías de seguridad. Sigue advirtiendo el PLADEMA que el proceso será contumaz porque no parará hasta que se consiga controlar la transmisión del DIVOC 666, bien porque el virus se contenga con una vacuna, cuyo advenimiento ni siquiera se vislumbra; bien porque la inmunidad frente al virus alcance un porcentaje de la población suficientemente alto como para que se minimice el peligro de contagio; o bien porque el virus siga la razón de la historia del progreso, seleccione como objetivo de infección a las fuerzas facciosas de la población de Genomia y preserve a todas las individuas e individuos progresistas.
Más adelante, el PLADEMA entra en detalle para exponer-con claridad traslúcida- sus fases sucesivas que son:
a) Fase A, en la que se permitirá la apertura parcial de actividades económicas, tales como el pequeño comercio de proximidad, restaurantes y cafeterías con pértiga de entrega, actividades agrarias, deportivas, profesionales y turísticas en régimen de confinamiento en celdas conventuales para mejorar la capacidad de meditación.
b) Fase B, en la que se plantea la apertura parcial de las actividades que se mantengan limitadas en la fase A, como restaurantes, alojamientos turísticos, grandes superficies comerciales, etc.
c) Fase C, en la que se prevé la apertura de todas las actividades, con las medidas oportunas de seguridad y distancia.
d) Fase D, de la Nueva A-Normalidad, en la que terminan las restricciones sociales y económicas, se mantiene la vigilancia epidemiológica recíproca de la ciudadania (“la vida de los otros”), la capacidad reforzada del sistema sanitario y la autoprotección de la ciudadanía.
Como denominador común a las cuatro fases de la desescalada destaca la seguridad jurídica que proporciona a la población de Genomia la circunstancia de que la transición de una a otra se realizará en función del cumplimiento de los resultados algorítmicos que arrojen indicadores territoriales; valorados siempre por la discrecionalidad del Gobierno de Genomia, en su infinita sabiduría y siempre actuando por el bien del pueblo.
La ruleta sanitaria del fin de semana: la banca siempre gana
Para acabar con un ejemplo de la aplicación eficiente del PLADEMA, paso a relatarles un experimento asombroso de ingeniería social que únicamente mi mente privilegiada podía pergeñar y que incorporaré el Curso avanzado de manipulación que la prestigiosa Universidad Camino Justo y Constante albergará el próximo año académico; naturalmente que en versión carísima y on-line.
Después de dos meses de tener al noble y muy obediente pueblo de Genomia confinado, este fin de semana se le ha permitido salir a dar un paseo con normas propias del “Ars combinatoria” de Leibtniz. Pues bien, todas las televisiones amigas del Gobierno –disculpen la reiteración obvia- y especialmente 666 Te Vé han estado proyectando, una y otra vez y en todos los noticiarios, imágenes con detenciones dramáticas –con gritos y susurros incluidos- practicadas por la policía local, comarcal, regional y autonómica de deportistas y deportistos que se habían saltado, por minutos, la estricta franja horaria. De inmediato, las mismas televisiones, en los mismos noticiarios proyectaban ejemplos masivos de las buenas deportistas y los buenos depostistos –estos sí, profesionales- que o bien no salían a la calle porque ejercitaban sus prodigiosas facultades en gimnasios caseros espectaculares; o salían respetando al centímetro los límites del municipio en el que moraban.
Moraleja: en esta ruleta sanitaria del fin de semana, cono en los casinos, la banca siempre gana porque si –Dios no lo quiera- aumentaran los contagios, la culpa será de la gente incivilizada que se ha saltado las normas (para eso las televisiones han proyectado las imágenes de las descarriada y descarriados detenidos cual si fueran peligrosos terroristas). Si, por el contrario, la cifra de infectados y fallecidos sigue descendiendo –lo quiera Dios- el mérito será del Gobierno progresista de Genomia, aun a pesar de la gente.
Y el que tenga oídos, que entienda.