Diario de Genomia: La Corrala de San Jerónimo

Edición sabatina. 1 de agosto de 2020

Si me engañas una vez, tuya es la culpa.
Si me engañas dos, la culpa es mía.

Anaxágoras

Dedicatoria a las ciudadanas y ciudadanos de Genomia en estado de fuga vacacional

Dedicado al muy noble –y muy aborregado- pueblo de Genomia que contempla su desgracia inminente como mero espectador de un fenómeno de la naturaleza inevitable y ajeno a su existencia futura; cual si fuera el pasaje de El Titanic, observando el hundimiento de su sistema democrático de libertades, guiado por los totalitarios y totalitarias que se dicen progresistos y progresistas y suavemente mecido por la melodía tóxica de las televisiones amigas del Gobierno, único nutriente intelectual de sus cerebros.

Del Corral de la Moncloa a la Corrala de San Jerónimo

Tanto fue el éxito de crítica y público cosechado por el plantel artístico de palmeros y palmeras del Corral de la Moncloa que el espectáculo se ha visto necesitado, en la semana que nos abandona, de trasladar su ubicación desde el coqueto y recogido Corral de la Moncloa al escenario majestuoso –o republicanoso, con perdón- de la Corrala de San Jerónimo.

Allí, este pasado miércoles, se representó el espectáculo “Los veranos en que la pillas” (en una sutil y artística alusión a la extensión de la pandemia del DIVOC 666 en Genomia) permitiendo la creciente afluencia de palmeras y palmeros procedentes del cuadro artístico del Plantel de Seminaristas Ortodoxos Episcopalianos.

Estas cantaoras y estos cantaores, inasequibles al desaliento e insensibles a las cifras de infectados por el DIVOC 666 y de paro que apuntan al desastre y cuando no se habían apagado aún los ecos de la palmas entusiastas que sus dirigentes brindaron a su líder natural, Pedrito el Niño del Espejito en el Corral de la Moncloa, volvieron a tonificar su egolatría con un aplauso agónico que duró 666 minutos. Fue emocionante ver cómo su vocación de hacer méritos ante el líder les hacía caer desmayadas y desmayados por el esfuerzo, con las manos ensangrentadas; pero sabedores de que ello le suponía un empleo indefinido y magníficamente remunerado.

Tocata, fuga y reaparición, en olor de multitud, de Pedrito el Niño del Espejito

En efecto, el pasado miércoles se celebró en la Corrala de San Jerónimo el gran acontecimiento flamenco “Los veranos en que la pillas” donde Pedrito el Niño del Espejito, tras un periodo de desaparición misteriosa -que ahora sabemos dedico a preparar su reaparición asesorado por su agente artístico, el también cantaor Iván el Niño del Injerto– interpreto dos de sus grandes últimos éxitos: “Échale la culpa a las autonomías”, tema dedicado a trasferir toda la responsabilidad por la gestión desastrosa de la pandemia del DIVOC 666 a unos dirigentes y dirigentas autonómicos cuya ansia de poder les hace proclives a tragar lo que les echen y caer en trampas de elefantes; y “Pero sigo siendo el rey” (del rescate), tema que cuenta –naturalmente en términos heroicos- su periplo por las capitales de Euronia mendigando una ayudita.

Relato de otros números del espectáculo “Los veranos en que la pillas”

Ahora, nuestro corresponsal flamenco –insistimos, del arte correspondiente y no de una parte del país de los tulipanes- nos remite una crónica extensa del espectáculo “Los veranos en que la pillas” representado en la Corrala de San Jerónimo de la que destacaremos algunos números del plantel artístico de palmeros y palmeras del Corral de la Moncloa, famoso tablao flamenco desde el que se ejecuta –nunca mejor dicho- la política del progreso ilimitado de Genomia. Además, incorpora las semblanzas y últimas novedades de otras artistas destacadas y otros artistos destacados.

El penúltimo cante de Fernandito el Mascarillas

Empezamos dando cuenta del penúltimo cante de Fernandito el Mascarillas, el joven valor del zapateado, quien, no contento con su éxito “Ponte la mascarilla y déjame”; ha añadido esta semana el nuevo tema: “Me puedes hacer daño, vete”, dedicado a ahuyentar a los millones de turistas de Britonia que inundan Genomia todos los veranos con grave riesgo para la salud de los nativos. El tema ha hecho furor entre los trabajadores del sector turístico quienes están deseosos de agradecerle personalmente a Fernandito el Mascarillas su encomiable esfuerzo por dejarles sumidos y sumidas en la miseria más sana y progresista que imaginarse pueda.

Completo su actuación con el nuevo tema «Mi vida privada», dedicado a defender sus desplazamientos -íntimos- al Sur de Portulonia para gozar del descanso que, sin duda, merece despues de haberse dejado parte de su salud cambiando sus opiniones epidemio-ilógicas y mintiendo, una y otra vez, sobre La comparsa de los expertos a la que nos referimos seguidamente.

La comparsa de los expertos

Otro de los números que cosecharon un éxito muy particular fue el interpretado por la comparsa de los expertos –fantasmagóricos- que asesoró a la Pequeña Salvadora Fúnebre, artista talentosa que borda el número “Cómpreme un test, señorito”.

Pues bien, en estos días se ha sabido que, durante todo el estado de angustia que ha sufrido y sufre Genomia, dicha artista -junto a Fernandito el Mascarillas- ha adoptado cientos de decisiones sanitario-filosóficas que han costado la vida a muchos miles de genomiesas y genomieses asesorados por la comparsa de los expertos que al parcer no existe y que ha interpretado en la gala las chirigotas del bichito, de las curvas peligrosas, de los tests chinos y otras parecidas que han hecho varios millonarios entre los paisanos de la Pequeña Salvadora. Todas las chirigotas han causado mucha risa a los miles de familiares de los fallecidos, quienes también están deseosos de agradecer personalmente a Salvadora sus criterios filosóficos para contener la pandemia.

También participó en el espectáculo Chusita la Singular, famosa cantaora del Sur de Genomia; así llamada porque, siendo la portavoz del Corral de la Moncloa, padece un pequeño problema de dicción que transforma todos los términos que pronuncia al singular aun cuando sean plurales, lo cual da una gracia especial a sus piezas entre las que destaca “Impuesta voy, impuesta vengo y por el camino yo me entretengo”.

Otra actuación muy aplaudida fue la de La Niña del Ferrol, también llamada Yolandita la Espasmódica o La Sonrisa del Régimen; joven cantaora del Noroeste de Genomia que interpretó su exitosa obra “ERTE aquí, ERTE allá, jubílate, jubílate” (si puedes) que aun se esta interpretando durante este periodo, que esta siendo muy celebrada por los cientos de miles de paradas y parados y que alcanzará su climax el próximo otoño. Cuando se prevé que ese ejercito de mujeres y hombres sin trabajo quieran también acercarse a la artista a mostrarle su sentida gratitud.

Y llegó el momento en el que, saliendo de entre las bambalinas, apareció el bailaor Errenjoncito, El Sanguijuela; especialmente conocido en Genomia y en el Caribe. Su nombre artístico obedece a una doble circunstancia: su apariencia filiforme, propia de aquellos anélidos; y su extraordinaria capacidad de succionar recursos propios de las Universidades del Sur de Genomia so pretexto de investigaciones inexistentes. De ahí que el éxito que le encumbró hasta el estrellato y que interpretó en la Gala sea “Como me la trincaría yo” (refiriéndose, naturalmente, al vil metal).

No podía faltar el número del famoso abad Sonazet, reconvertido en El Brujo de la Encuesta quien, con su cuadro de bailaoras de todos los sexos del Centro de Infamias Sucesivas triunfó, una vez más con su canción “Encuéstame como si fuera ahora la primera vez”.

Y el show acabo con la actuación de Josito El Zanahoria, El Pasmo de Britonia, famoso cantaor británico que tiene la rara habilidad de cantar los defectos ajenos callando los propios, recomendando no acudir a las fiestas de Genomia y arruinando las vidas de miles de hosteleros y hosteleras de Genomia del Este.

Menos mal para Genomia que tenemos a Paquita Ayal, La Niña de la Línea que interpretó de nuevo la pieza “Traición, que regalo el Peñón”. Fue aparecer en escena esta cantaora experta en relaciones internacionales y solventarse cuantos problemas hubiera o hubiese para el turismo de Genomia.

La gran gala autonómica del viernes 31 en Riojonia

Y el mes de julio, agónico, se despidió ayer, con La gran gala autonómica del viernes 31 en Riojonia titulada “El vino de Cariñena, quita la pena”. En ella, casi todas y todos las presidentas y presidentos autonómicos –y los cientos, cuando no miles, de personas que integran sus respectivos séquitos- han interpretado, entre otras piezas triunfales “Viva el vino y los/las/les transgénero, que por algo son regalo del señor”. Dedicada a inducir en la mente de los genomieses -en particular, de los menores de edad- la idea progresista de que el sexo biológico con el que nacen es una mera apariencia impuesta por la cultura heteropatriarcal que deben superar modificándolo cuantas veces consideren oportunas y siempre a costa de los impuestos de sus semejantas, semejantos y semejantes.

En esta gala también actuaron por telepresencia, como artistas invitados, una nueva pareja artística del Nordeste de Genomia integrada por Aida, la Niña del Pisito Ocupado y Pepito El Atorrao –también llamado El Bello de San Jorge- que interpretaron la conocida pieza “Yo soy de aquí y no soy de allá” que ensalza la raza a la que pertenecen y desprecia a las circundantes.

Otra intervención muy aplaudida fue la de Zunzullu, El Visceral, cantaor del Norte de Genomia, así llamado porque tiene una tendencia extraña a recrearse con divertidas escenas de antiguas –o no tanto- evisceraciones de cuerpos humanos realizadas como chiquilladas de jóvenes simpáticas y simpáticos de la tierra que le siguen proporcionando a él y a su famoso cuadro flamenco «Pero No Vuelvas» muy buenas taquillas e ingresos.

Y la gala se cerró con una actuación conjunta de todas las presidentas y todos los presidentos autonómicos asistentes interpretado el famoso “Himno a la Ruina” con libreto proporcionado por el Fondo Manipulador Inconsistente sobre la base del Pronóstico Inferior a lo Bestia de Genomia que constata una caída de 18,50 puntos básicos en el segundo trimestre.

Y el momento cumbre llegó cuando una aguerrida informadora del programa de investigación “Se busca facha” –dirigido por la cantaora Anita, La Niña del Rebaño, de la igualmente incisiva cadena 666 Te Vé le pregunto a Pedrito el Niño del Espejito de qué se reía y este prócer, junto con el resto de las presidentas y los presidentos autonómicos asistentes, le respondieron, con una carcajada, que su hilaridad procedía de prever la cara que se le va a quedar a los cuidadanos y ciudadanas que pagan sus despilfarros cuando, en otoño, se den cuenta de su ruina; mientras ellos seguirán malgastando recursos en defensa de la dignidad histórica de sus territorios respectivos.

Y el que tenga oídos, que entienda.

Y este diario se despide por una temporada con el famoso verso de Antonio Machado:

Y al cabo, nada os debo, debéisme cuanto escribo, con mi dinero pago el traje que me cubre y la mansión que habito, el pan que me alimenta y el lecho donde yago (…)”