EL MÁSTER EN MUNICIPALISMO MULTICULTURAL (MAMUMU) Y LA MALOGRADA EXCURSIÓN DE LA PARROQUIA DEL PADRE BONIFACIO A ROMA. UN REGALO DE REYES

El Máster en Municipalismo Multicultural (MAMUMU)

Dentro de esta verdadera “cruzada” formativa dirigida a políticas, políticos, comunicadoras y comunicadores que llevamos haciendo en fechas recientes, con la inestimable ayuda de nuestros amigos de la Universidad Total Trasatlántica (UNITONTA); hemos de dar noticia, en esta entrada, de un nuevo master, el Máster en Municipalismo Multicultural (MAMUMU) que -bajo esta denominación étnica evocadora del mismo corazón del Continente africano- ofrece una formación intensiva y extensiva sobre las herramientas idóneas para que cualquier política, político, comunicadora o comunicador adquiera las habilidades y capacidades óptimas para colaborar a que un ayuntamiento, diputación, comunidad autónoma o entidad pública territorial pueda dotarse de un departamento multicultural que garantice que todos los códigos culturales sean aceptados en igualdad de condiciones, sin privilegio de los más arcaicos y tradicionales y con el debido estímulo diferencial de los más modernos y alejados de tradiciones culturales rancias y contrarias a las ideas progresistas que deben ser estimuladas entre la población.

Como sucede con todos los masters y cursos diseñados para políticas, políticos, comunicadoras y comunicadores que ofrece la UNITONTA (el MACOPO, el MACOMA, el CURAFLEX, etc.) el proyecto docente de este Máster en Municipalismo Multicultural (MAMUMU) nace de la atenta observación de la realidad más próxima por parte de su famoso equipo multidisciplinar de sabios. En concreto, este grupo de sabios ha analizado las iniciativas desarrolladas durante estas fiestas navideñas por algunos de los más importantes ayuntamientos de nuestro país y ha descubierto, en ellas, el verdadero camino del progreso social que se refleja en el proyecto docente del MAMUMU.

El temario del MAMUMU, elaborado bajo la dirección del profesor López, un auténtico gurú de la multiculturalidad, comienza por una primera lección sobre “La igualdad de culturas”, en la que se explica que todas las culturas son igualmente respetables, por más que algunas justifiquen ciertas muestras de violencia contra los semejantes de muy diverso sexo hasta llegar a la eliminación del discrepante. En particular, se pone de manifiesto ante las alumnas y los alumnos que estas últimas muestras de violencia extrema insertas en el código cultural de algunas civilizaciones deben ser respetadas -naturalmente, sólo por los supervivientes- porque los estudios antropológicos recogidos en la famosa monografía del profesor López: “La paz infinita entre culturas hermanas” mostraban que la eliminación física de los  discrepantes ha respondido a causas plenamente justificadas, como la necesidad de mantener si fisuras los códigos culturales respectivos e, incluso, la conveniencia de evitar la superpoblación en algunos pueblos primitivos. Tras esa primera lección, el programa del MAMUMU desarrolla las dedicadas a “La pérdida de la arrogancia cultural”, particularmente dirigida a la cultura judeocristiana, a “La promoción de culturas primitivas” o a “La coexistencia pacífica -sin mezcolanza- de determinadas culturas con los derechos humanos”, lección que explica que esa coexistencia es posible incluso en los casos en que los derechos humanos no están comprendidos en los códigos culturales respectivos.

A lo anterior hay que añadir que, como la mayor parte del alumnado del MAMUMU proviene de la cultura judeo-cristiana, basada en el respeto de los derechos humanos; ha resultado imprescindible crear un departamento de orientación y reeducación en el que un equipo de psicólogos ayuden a las alumnas y a los alumnos a renunciar a tan pesada y paralizante carga cultural.

La malograda excursión de la parroquia del padre Bonifacio a Roma

Como sucede con todo Master que se precie, la UNITONTA ha promocionado el MAMUMU con historias reales de la empleabilidad que consigue para sus egresadas y sus egresados. La mas impactante ha sido la de una alumna que, tras cursar el MAMUMU, fue promovida en su partido al cargo de concejal de tolerancia, diálogo, libertad, multiculturalidad y paz universal del Excmo. Ayuntamiento de una metrópoli qua manejaba un presupuesto anual de varios millones de euros, que distribuía generosamente entre colectivos muy diversos, aunque siempre casualmente próximos al partido en el que militaba nuestra flamante concejala.

Pues bien, aplicando una pequeña parte de la modestísima subvención que le concedía el Excmo. Ayuntamiento, el grupo cultural de la parroquia del padre Bonifacio organizó un viaje a Roma para celebrar las Fiestas Navideñas. Aun cuando fue un viaje un tanto incómodo, porque los recursos financieros de los asistentes (en su mayor parte, jubiladas y jubilados de la parroquia) no permitieron otro recurso que el autobús; la experiencia resultó muy grata por cuanto pudieron visitar libremente las iglesias romanas plagadas de obras de arte de Miguel Angel, Rafael, Bernini, Caravaggio y otros artistas decadentes.

El problema surgió cuando uno de los jubilados viajantes, de nombre Modesto, antiguo obrero siderúrgico, llevado por el entusiasmo que le produjo la contemplación libre y gratuita de las obras de arte de una de esas iglesias romanas y víctima de un síndrome similar al que experimento Stendhal en Florencia; tuvo la infeliz idea de hacerse un selfie delante de una de esas obras de índole religiosa (en concreto, una Madonna). Y, lo que es peor, colgarlo en la red social del grupo cultural de la parroquia del padre Bonifacio.

De inmediato, el Colectivo de jóvenas y jóvenes por la tolerancia, el diálogo, la libertad y la multiculturalidad (el COJOTODLIM), grupo de gente joven -y no tanto- vinculado al partido político de nuestra flamante concejala, especialmente activo en las redes sociales; detectó la fotografía de la obra de arte de la iglesia romana colgada en la red por el inocente jubilado viajante artístico. Y, naturalmente, la interpretó como una muestra flagrante desviación de fondos públicos hacia causas culturales rancias que, además (y esto es lo más grave) podían importunar la sensibilidad extrema de otras culturas también amparadas por las generosas subvenciones de la Concejalía de tolerancia, diálogo, libertad y multiculturalidad del Excmo. Ayuntamiento de la metrópoli en cuestión.

La noticia de tan manifiesto abuso y desprecio de los valores más elementales de la convivencia pacífica de culturas se extendió -ayudada por un comunicador egresado del Máster en Comunicación y Manipulación (MACOMA) de la Universidad Total Trasatlántica (UNITONTA)- como la pólvora por las redes sociales, primero, del COJOTODLIM y, más tarde, de toda la población que no tardó en mostrar su justa ira en forma de escraches y otro tipo de muestras de rechazo ante los modestos locales del grupo cultural de la parroquia del padre Bonifacio. El escándalo llegó al punto provocar el apedreamiento del autobús de los excursionistas en el momento de su regreso de Roma por parte de elementos incontrolados vinculados al COJOTODLIM que, desgraciadamente, aún no tenían debidamente interiorizados los valores de tolerancia, diálogo, libertad, multiculturalidad y, en definitiva, paz universal que movían al colectivo.  Estos actos fueron de inmediato condenados por la portavoz del COJOTODLIM que, en todo caso, dejo claro que eran excesos propios de la juventud apasionada por extender -si bien de forma contundente- la tolerancia.

El resultado final fue que la concejala egresada del MAMUMU se vio obligada -en contra de su íntima voluntad- a retirar la modesta subvención al grupo cultural de la parroquia del padre Bonifacio y, lo que fue peor, que el jubilado Modesto fue procesado y condenado como autor de un delito de malversación de caudales públicos y de otro de incitación al odio contra otras culturas; por los que también fue condenado, como cooperador necesario, el padre Bonifacio.  

  • N.B. : Esta entrada se publicó con el mismo título por Javier Fernandez Alén como firma invitada en el blog de ajtapia.com el 04.01.2019 y la publicamos de nuevo por dos razones:

a) Las primera reside en se acercan las Fiestas Navideñas -o del Solsticio de Invierno, para no agredir otras culturas laponas- y en nuestro ánimo esta hacer regalos al público lector y a la pública lectora.

b) La segunda razón estriba en que, lamentablemente, tras la reiterada “fiesta de la democracia” que hemos vivido emocionados, una vez más,  de este fin de semana -como decía el famoso filósofo existencialista: “al final, la vida sigue igual”- y, por lo tanto, esta entrada publicada hace casi un año, conserva -desgraciadamente- toda su actualidad.