El infierno está empedrado de buenas intenciones
Y alicatado de intenciones infames
Bonifacio de Genomia
Filósofo medieval
S.XI D.C.
Dedicamos esta sentencia enjundiosa del filósofo medieval a los dos partidos que bi-parten (de ahí el bipartidismo) las espaldas de los ciudadanos y ciudadanas de Genomia del siguiente modo: La primera parte (“El infierno esta empedrado de buenas intenciones”) a los valerosos líderes del Partido Pasivo y la segunda parte (“El infierno esta (…) alicatado de intenciones infames”) a los no menos arrojados -en sentido propio- líderes del Partido de Seminaristas Ortodoxos Episcopalianos,
El miedo de los demás incrementa la audacia
Tito Livio
Historiador romano
S.I A.C.
Reiteramos esta semana la sentencia del clásico romano y la dedicamos de nuevo al aborregado y silente pueblo de Genomia cuyo miedo alimenta, día tras día, la audacia de su Emperador, Pedrígula Sanchez I y la siniestra caterva de malveciles, infadupidos, asesinos, racistas, ladrones e ignorantes que comparten y posibilitan sus continuas fechorías. Pueblo aborregado y silente que, como en El Silencio de los Corderos:
Soporta pasivamente y lloriquea por las esquinas que salgan en libertad los violadores de sus esposas, hijas y hermanas para que sigan violando a sus esposas, hijas, hermanas y nietas.
Soporta pasivamente y lloriquea por las esquinas que salgan en libertad los cleptómanos racistas que dieron un golpe de Estado y anuncian que lo volverán a dar.
Soporta pasivamente y lloriquea por las esquinas que salgan en libertad los asesinos racistas que mataron a cientos de servidores cuando defendía sus derechos y reciben homenajes populares ensalzando sus gestas criminales.
Soporta pasivamente y lloriquea por las esquinas que salgan en libertad los malversadores de sus impuestos que los dedicaron a convertir la aparente democracia en demagogia efectiva.
Soporta pasivamente y lloriquea por las esquinas que insulten públicamente a “sus” juezas y jueces, únicos garantes de su libertad.
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